Volaban. Se colocaban como si todo estuviera planeado. Agitaban sus grandes alas: eran preciosos, pensé. Los miré durante toda la tarde. Siempre volaban sobre aquel lago azul verdoso, vamos, como todos los lagos. Seguí observándoles y me di cuenta de que uno destacaba. Era diferente. Todos los demás seguían pareciéndome hermosos, pero yo sabía que dejarían de serlo con el tiempo y tendrían que cambiar. Dejé de mirar a toda la bandada y me fijé en el que destacaba, aquel que era diferente. Cada vez me parecía más precioso, y los demás cada vez, más aburridos.
Con el paso del tiempo seguí yendo a la orilla de ese lago y mirando al cielo. Todos los pájaros cambiaban, se volvían aburridos y repetitivos. Bueno, no. Todos no. Aquel pájaro seguía siendo igual de excepcional que siempre y definitivamente eso era lo que le hacía tan bello, ser diferente.
me gusta mucho este, porque representa la vida cotidiana, diciendote que siempre son las mismas cosas pero que hay algo diferente que te ayuda a seguir, mui bonito
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro de que te guste ;)
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